martes, 14 de junio de 2016

Cáncer de próstata

 CÁNCER DE PRÓSTATA

     Qué es:

            
La próstata es la glándula sexual del hombre encargada de producir el semen. A diferencia de otro tipo de cáncer, el de próstata se caracteriza por evolucionar de forma muy lenta. El cáncer de próstata es extremadamente frecuente, aun cuando su causa exacta sea desconocida. Según los datos facilitados por la Sociedad Española de Oncología Médica en junio de 2015, alrededor de 29.000 hombres padecen esta enfermedad cada año, lo que la convierte en la forma más común de cáncer masculino. Cuando se examina al microscopio el tejido prostático obtenido tras una intervención quirúrgica o en una autopsia, se encuentra cáncer en el 50 por ciento de los hombres mayores de 70 años y prácticamente en todos los mayores de 90, aunque gran parte de ellos no llegan a ser conscientes de la enfermedad ante la falta de síntomas reconocibles.0

    Causas:

Factores genéticos

Aunque existen indicios que involucran a los factores genéticos en la causa del cáncer prostático, es difícil separar estos factores de los factores ambientales. Estudios genéticos han mostrado que existe un gen específico del cromosoma 1 o gen HPC-1 que aumenta la probabilidad de contraer cáncer de próstata.

Factores hormonales

Varios estudios han sugerido que los factores hormonales pueden tener importancia en el desarrollo del cáncer de próstata. Éstos incluyen:
  • La dependencia de las hormonas andrógenas (masculinas) de la mayoría de los cánceres de próstata.
  • El hecho de que el cáncer prostático no aparece en los eunucos.
  • El hecho de que el cáncer prostático puede ser inducido en ratas mediante la administración crónica de estrógenos y andrógenos (hormonas femeninas y masculinas).
  • La frecuente asociación de cáncer prostático con áreas de atrofia prostática esclerótica.

Factores ambientales

Quienes emigran de regiones de baja incidencia a regiones de alta incidencia mantienen una baja incidencia de cáncer prostático durante una generación y luego adoptan una incidencia intermedia. También se han identificado varios factores ambientales que podrían ser promotores del cáncer de próstata. Éstos incluyen:
  • Dieta alta en grasas animales.
  • La exposición al humo del tubo de escape de los automóviles.
  • La polución del aire, cadmio, fertilizantes y sustancias químicas en las industrias de la goma, imprenta, pintura y naval.

      Síntomas

Los síntomas de la enfermedad pueden tardar mucho tiempo, incluso años, en manifestarse. En las fases iniciales, cuando el tumor está limitado a la próstata, puede ser asintomático o acompañarse de síntomas obstructivos leves fácilmente atribuibles a una hiperplasia benigna, como son laincontinencia urinaria, la disminución del calibre o la interrupción del chorro de orina, el aumento de la frecuencia de la micción, sobre todo durante la noche, las dificultades para orinar, la sensación de escozor durante la micción.


      Prevención

El hecho de que el cáncer de próstata tarde años en manifestarse es el motivo por el cual es muy importante que las personas que tienen posibilidades de contraer la enfermedad se sometan a exámenes médicos de forma frecuente. Es importante recordar el hecho que el hombre tiene mayores posibilidades de padecer la enfermedad a medida que envejece.
No está científicamente demostrada la relación entre el consumo de determinados alimentos y la reducción del riesgo de sufrir cáncer de próstata. Los licopenos, sustancias antioxidantes presentes en los tomates y las sandías, o las isoflavonas que se encuentran en la soja han sido objeto de estudio en la prevención de este tipo de tumor; sin embargo los resultados no han sido concluyentes, como recoge la Sociedad Española de Oncología Médica.
Tampoco existe en la actualidad ningún medicamento preventivo. En un estudio que se realizó en hombres con alto riesgo de desarrollar cáncer de próstata, la administración del fármaco finasteride consiguió reducir un 25 por ciento el riesgo de cáncer de próstata comparado con un placebo. Sin embargo, los efectos secundarios provocados en estos pacientes, tales como  descenso del apetito sexual, impotencia y presencia de una mayor tasa de tumores de alto grado (que tienen peor pronóstico), desaconsejan el uso de este fármaco hoy en día como agente de prevención.

       Tipos

El cáncer de próstata se presenta en el 95 por ciento de los casos en el tejido glandular, lo que se denomina adenocarcinomas. El cinco por ciento restante es el cáncer neuroendocrino, que se origina en las células pequeñas de la próstata.


      Tratamientos


Este tipo de cáncer se desarrolla de forma muy lenta, provocando que, en muchas ocasiones, el tratamiento tenga que efectuarse durante un largo plazo de tiempo. Se debe destacar, sin embargo, que si el cáncer se detecta en su primera fase, cuando todavía se encuentra dentro de la próstata, el paciente puede tener una larga expectativa de vida. Se recomienda asistir a un profesional médico en cuanto se detecte alguna anomalía especialmente a la hora de orinar; de esta forma, el médico puede detectar rápidamente la causa que está originando el malestar. También se recomienda visitar el urólogo de forma regular una vez se cumplen los 50 años.

     Cirugía

Procedimiento que consiste en la extracción de la glándula prostática entera y los tejidos ubicados a su alrededor. Algunas veces se extraen también los ganglios linfáticos del área pélvica (parte inferior del abdomen, localizada entre los huesos de la cadera). Este tipo de intervención, conocida con el nombre de prostatectomía radical, se puede llevar a cabo mediante dos tipos de procedimientos:
  • Prostatectomía retropúbica: La extracción se efectúa a través de una incisión en el abdomen.
  • Prostatectomía perineal: La intervención se lleva a cabo mediante una incisión en la área comprendida entre el escroto y el ano.

      Radioterapia

  • Tratamiento interno (mediante la inserción cerca del tumor de un pequeño contenedor de material radiactivo): Se trata de un implante que puede ser temporal o permanente, y que al ser extraído no deja ningún tipo de rastro radiactivo dentro del cuerpo.
     
  • Tratamiento externo (aplicación de las radiaciones a través de máquinas externas): Este procedimiento, que tiene una duración de 6 semanas (5 días a la semana), consiste en la orientación de las radiaciones hacia el área pélvica.




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