martes, 24 de mayo de 2016

epilepsia

 Epilepsia


¿Qué es la epilepsia?


La epilepsia está provocada por anormalidades en la actividad eléctrica del cerebro. Este órgano es incapaz de frenar o inhibir los impulsos eléctricos entre neuronas. Cuando tiene lugar una descarga excesiva se produce una crisis o ataque epiléptico.
El término epilepsia deriva del griego 'epilambaneim', que significa 'coger por sorpresa'. A finales del siglo XIX, el neurólogo inglés John Hugling Jackson, estableció la definición de epilepsia que permanece vigente hoy en día: "una descarga súbita, rápida y excesiva de las células cerebrales".
  • CAUSAS
  • La localización del trastorno varía según el tipo de epilepsia, que puede ser focal o generalizada. Las causas de esta dolencia son de los más variadas: puede ser el resultado de anomalías congénitas, enfermedades vasculares como el infarto cerebral, infecciones, tumores, enfermedades degenerativas o lesiones. En muchas ocasiones no se descubre una causa concreta y se denominan epilepsias idiopáticas y otras veces son sólo el fruto de una incorrecta maduración cerebral y desaparecen al concluir el desarrollo del cerebro (en la edad adulta).
    Hasta hace pocos años (y aún hoy en día aunque en menor medida) era una de las enfermedades con mayor estigma social, por lo espectacular de los ataques propios de un tipo concreto de epilepsia, la de convulsiones generalizadas. Hoy el aumento de la cultura sanitaria en la población general ha conseguido en cierta medida que la esta enfermedad sea aceptada y desmitificada.
  • LAS CRISIS
  • En la mayor parte de las ocasiones, las crisis aparecen de forma súbita e inesperada. Son breves, duran unos segundos o como mucho unos minutos. Las más llamativas incluyen convulsiones y pérdida de conocimiento, pero hay muchas crisis que se reducen a una desconexión momentánea con el entorno (las denominadas ausencias) o a leves movimientos rítmicos sin perdida de la consciencia.
  • TRATAMIENTO
  • Lo fundamental es asegurarse que el paciente tiene epilepsia antes de comenzar cualquier tratamiento antiepiléptico. Una vez hecho el diagnóstico lo mejor es comenzar el tratamiento lo antes posible.
    Los ataques se pueden controlar con medicación en un 70% de los casos. Entre un 20-30% no responden al tratamiento farmacológico simple (con un solo medicamento) y hay que aplicar varios fármacos. Aún así algunas epilepsias son incontrolables con la medicación y puede ser necesario recurrir a la cirugía, aunque ésta no está recomendada en todos los casos.

Lo que se debe hacer




  1. Conservar la calma, ya que una actuación precipitada puede ser peligrosa.
  2. Tratar de que la persona no se lesione durante la crisis epiléptica, quitando objetos peligrosos de alrededor (aristas de muebles, objetos punzantes, etc) y colocando algo blando bajo su cabeza, para evitar que se golpee contra el suelo.
  3. Aflojar ropas alrededor del cuello, (corbatas, camisa, etc.).
  4. Se debe colocar de lado con cuidado, para facilitar la respiración.
  5. Se debe colocar de lado con cuidado, para facilitar la respiración.
  6. Observar la duración de la crisis epiléptica. En la gran mayoría de las ocasiones este tipo de crisis epilépticas finaliza en dos o tres minutos, tras lo cual la persona se recupera gradualmente.
  7. Se debe esperar al lado de la persona hasta que la crisis epiéptica termine. Dejar que descanse hasta que se recupere y comprobar que vuelve poco a poco a la situación normal.


Lo que no se debe hacer


  1. No se debe tratar de inmovilizar a la persona por la fuerza durante la crisis epiléptica.
  2. No se debe introducir ningún objeto en la boca con el afán de que la lengua no vaya hacia atrás, dado que puede
  3. ser peligroso si traga este objeto y se queda alojado en las vías respiratorias, además de las posibles lesiones orales, al intentar introducirlo a la fuerza.
  4. No es necesaria la respiración boca a boca durante la crisis convulsiva, aunque se tenga la impresión de que la respiración queda bloqueada por la rigidez, salvo que la persona no vuelva a comenzar a respirar terminada la crisis convulsiva.
  5. Nunca se debe dar agua, alimentos o pastillas por la boca durante la crisis epiléptica o poco después puesto que un posible vómito con el conocimiento alterado puede ser muy peligroso.
  6. La administración de medicamentos durante la crisis epiléptica en otra forma que no sean pastillas, solamente se debe dar en caso de que la crisis se prolongue o bien por indicación del médico en situaciones clínicas concretas. Así mismo, una vez finalizada la crisis epiléptica no es útil la administración de medicación sedante.









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