Hemorragia interna
Una hemorragia interna es una pérdida de sangre que se produce desde el sistema vascular en una cavidad o espacio corporal.1 Se trata de una emergencia médica grave y el grado de severidad depende de la velocidad y la ubicación del sangrado ( por ejemplo, cerebro , estómago , pulmones ) . Potencialmente puede causar la muerte y paro cardíaco si el tratamiento médico adecuado no se recibe rápidamente.
Una hemorragia interna es una pérdida de sangre que se produce desde el sistema vascular en una cavidad o espacio corporal.1 Se trata de una emergencia médica grave y el grado de severidad depende de la velocidad y la ubicación del sangrado ( por ejemplo, cerebro , estómago , pulmones ) . Potencialmente puede causar la muerte y paro cardíaco si el tratamiento médico adecuado no se recibe rápidamente.
Hemorragia
Una hemorragia es la salida de sangre desde el aparato circulatorio, provocada por la ruptura de vasos sanguíneos comovenas, arterias o capilares. Es una lesión que desencadena una pérdida de sangre, de carácter interno o externo, y dependiendo de su volumen puede originar diversas complicaciones (anemia, choque hipovolémico, etc.).
Una hemorragia es la salida de la sangre por rotura de los vasos (arterias o venas) por los que circula.
ACTITUD ANTE LAS HEMORRAGIAS
- HEMORRAGIAS INTERNAS Y EXTERIORIZADAS
Las hemorragias internas se sospecharán si el paciente presenta dolor tras un traumatismo con piel pálida, fría y sudorosa, pulso rápido y débil, respiración rápida, tensión arterial baja, mareo o pérdida de conciencia. Actuaremos de la siguiente forma:
- Debe acostarse al enfermo en posición horizontal, salvo que pierda el conocimiento; en este caso se colocará en la posición lateral de seguridad (ver Capítulo 1.5).
- Abrigar al paciente con una manta.
- No darle nada por vía oral.
- Intentar conseguir lo antes posible CONSEJO MÉDICO POR RADIO.
- En caso de epistaxis (sangre por la nariz), mantener la cabeza inclinada hacia delante, para comprobar que sigue sangrando. Apretar ambos orificios nasales, cerca del hueso de la nariz, unos 10 minutos (ver figura 7-30). Aplicar un paño frío sobre la nariz y frente. Si con esto es suficiente, no sonarse ni hurgarse en la nariz por lo menos durante 24 horas. Si la hemorragia no se detiene después de 30 minutos, intentar colocar una gasa estéril, recortada en forma de tira estrecha, en su interior, ayudándose con una pinza de disección (CAJÓN 12, Botiquines A y B) para hacer compresión sobre el vaso que sangra (ver figura 7-31).
Figura 7-30: Primera actuación
en un sangrado por la nariz.
Figura 7-31: Taponamiento nasal.
- HEMORRAGIAS EXTERNAS
Su tratamiento se hará de forma secuencial, siguiendo unos pasos muy precisos. Es importante realizarlo de este modo, puesto que si un método es suficiente para detener la hemorragia no se debe pasar al siguiente.
- Presión directa sobre la herida
Es la forma más eficaz de detener una hemorragia. En caso de una hemorragia intensa se puede utilizar cualquier paño al alcance; si se puede elegir, se cogerán gasas estériles (CAJÓN 14, Botiquines A, B y C). Esta presión se debe mantener 10 minutos, haciéndolo directamente sobre el punto sangrante. Si continúa el sangrado, añadir más gasas sin retirar las anteriores ni cesar en la compresión (ver dibujos 7-32 y 7-33). Si la hemorragia se ha producido en una extremidad (brazo o pierna) debe combinarse esta actuación con la elevación del miembro afectado.
Figura 7-32 y 7-33: Presión directa para cortar una hemorragia.
Si la sangre mana de un punto muy concreto en cantidad importante y el taponamiento no es suficiente, podemos intentar cortar el sangrado utilizando unas pinzas hemostáticas rectas con dientes (CAJÓN 12, Botiquines A y B), si se tiene experiencia en su uso.
El taponamiento debe mantenerse hasta que apenas sangre, y se realizará después una cura tal y como se explica en el apartado de las heridas.
En el caso concreto de hemorragia en el labio, apretar éste entre los dedos, como indica la figura.
Figura 7-34: Cómo detener
una hemorragia en el labio.
Si a pesar de todo la hemorragia continuase siendo muy intensa, se pasará al siguiente método.
- Presión sobre la arteria
Esta técnica es difícil de realizar, pues exige un conocimiento de los puntos por donde pasan las arterias (los que se señalan en la figura 7-35). Presenta la ventaja de que se impide el paso de la sangre a través de la arteria lesionada, pero no a través de otras arterias.
Figura 7-35: Puntos de compresión arteriales
para cortar una hemorragia.
- Torniquete
Se recurre a él cuando han fracasado las medidas anteriores y la hemorragia sigue siendo importante, o como primera medida sólo ante hemorragias muy profusas (por ejemplo, la amputación de una extremidad). Tiene el peligro de que impide el paso de sangre a todo el miembro, pudiendo producir gangrena o lesiones de nervios (parálisis) si el torniquete se mantiene más tiempo del que la extremidad puede soportar.
El torniquete debe realizarse en las zonas de los miembros donde sólo exista un hueso.
La técnica para colocar un torniquete es sencilla. Basta con un elemento que apriete circularmente el brazo o el muslo. Pero existen dos formas muy fáciles y menos traumáticas:
- Con el manguito del tensiómetro: colocar el manguito alrededor de la zona donde se pretende hacer el torniquete y elevar la presión unas décimas por encima de la presión arterial del paciente (al superar la presión de las arterias se interrumpe el paso de sangre) (ver figura 7-36).
Figura 7-36: Torniquete con el manguito
del tensiómetro.
- Con un paño y un palo: si no se dispone del aparato de medir la presión arterial se puede realizar un torniquete como se indica en la figura. Con ello se evita hacer nudos sobre la piel que podrían ser difíciles de deshacer en caso de tener que soltarlos con urgencia. Se puede utilizar la venda triangular (CAJÓN 14, Botiquines A y B) (ver figura 7-37).
Figura 7-37: Modo de colocar un de torniquete
con un paño y un palo.
Cuando se realiza un torniquete es muy importante:
- Anotar la hora en que se coloca.
- Mantener fría la parte inferior del miembro en que se ha puesto el torniquete mediante hielo o bolsas frías, que no tocará directamente la piel, sino que se aislará mediante una venda o un paño (ver Capítulo 6.5, APLICACIÓN DE CALOR Y FRÍO).
- Aflojar el torniquete cada 15 minutos para que circule la sangre por el resto del miembro. Si continúa la hemorragia, volver a comprimir transcurridos 30 segundos.
- CONSEJO MÉDICO POR RADIO.
Aparato circulatorio
Una hemorragia es la salida de sangre desde el aparato circulatorio, provocada por la ruptura de vasos sanguíneos comovenas, arterias o capilares. Es una lesión que desencadena una pérdida de sangre, de carácter interno o externo, y dependiendo de su volumen puede originar diversas complicaciones (anemia, choque hipovolémico, etc.).
Una hemorragia es la salida de la sangre por rotura de los vasos (arterias o venas) por los que circula.
ACTITUD ANTE LAS HEMORRAGIAS
- HEMORRAGIAS INTERNAS Y EXTERIORIZADAS Las hemorragias internas se sospecharán si el paciente presenta dolor tras un traumatismo con piel pálida, fría y sudorosa, pulso rápido y débil, respiración rápida, tensión arterial baja, mareo o pérdida de conciencia. Actuaremos de la siguiente forma:
- Debe acostarse al enfermo en posición horizontal, salvo que pierda el conocimiento; en este caso se colocará en la posición lateral de seguridad (ver Capítulo 1.5).
- Abrigar al paciente con una manta.
- No darle nada por vía oral.
- Intentar conseguir lo antes posible CONSEJO MÉDICO POR RADIO.
- En caso de epistaxis (sangre por la nariz), mantener la cabeza inclinada hacia delante, para comprobar que sigue sangrando. Apretar ambos orificios nasales, cerca del hueso de la nariz, unos 10 minutos (ver figura 7-30). Aplicar un paño frío sobre la nariz y frente. Si con esto es suficiente, no sonarse ni hurgarse en la nariz por lo menos durante 24 horas. Si la hemorragia no se detiene después de 30 minutos, intentar colocar una gasa estéril, recortada en forma de tira estrecha, en su interior, ayudándose con una pinza de disección (CAJÓN 12, Botiquines A y B) para hacer compresión sobre el vaso que sangra (ver figura 7-31).
- HEMORRAGIAS EXTERNAS
Su tratamiento se hará de forma secuencial, siguiendo unos pasos muy precisos. Es importante realizarlo de este modo, puesto que si un método es suficiente para detener la hemorragia no se debe pasar al siguiente.- Presión directa sobre la herida
Es la forma más eficaz de detener una hemorragia. En caso de una hemorragia intensa se puede utilizar cualquier paño al alcance; si se puede elegir, se cogerán gasas estériles (CAJÓN 14, Botiquines A, B y C). Esta presión se debe mantener 10 minutos, haciéndolo directamente sobre el punto sangrante. Si continúa el sangrado, añadir más gasas sin retirar las anteriores ni cesar en la compresión (ver dibujos 7-32 y 7-33). Si la hemorragia se ha producido en una extremidad (brazo o pierna) debe combinarse esta actuación con la elevación del miembro afectado.
Figura 7-32 y 7-33: Presión directa para cortar una hemorragia.
Si la sangre mana de un punto muy concreto en cantidad importante y el taponamiento no es suficiente, podemos intentar cortar el sangrado utilizando unas pinzas hemostáticas rectas con dientes (CAJÓN 12, Botiquines A y B), si se tiene experiencia en su uso.
El taponamiento debe mantenerse hasta que apenas sangre, y se realizará después una cura tal y como se explica en el apartado de las heridas.
En el caso concreto de hemorragia en el labio, apretar éste entre los dedos, como indica la figura.
Figura 7-34: Cómo detener
una hemorragia en el labio. - Presión sobre la arteria
Esta técnica es difícil de realizar, pues exige un conocimiento de los puntos por donde pasan las arterias (los que se señalan en la figura 7-35). Presenta la ventaja de que se impide el paso de la sangre a través de la arteria lesionada, pero no a través de otras arterias.
Figura 7-35: Puntos de compresión arteriales
para cortar una hemorragia. - Torniquete
Se recurre a él cuando han fracasado las medidas anteriores y la hemorragia sigue siendo importante, o como primera medida sólo ante hemorragias muy profusas (por ejemplo, la amputación de una extremidad). Tiene el peligro de que impide el paso de sangre a todo el miembro, pudiendo producir gangrena o lesiones de nervios (parálisis) si el torniquete se mantiene más tiempo del que la extremidad puede soportar.
El torniquete debe realizarse en las zonas de los miembros donde sólo exista un hueso.
La técnica para colocar un torniquete es sencilla. Basta con un elemento que apriete circularmente el brazo o el muslo. Pero existen dos formas muy fáciles y menos traumáticas:- Con el manguito del tensiómetro: colocar el manguito alrededor de la zona donde se pretende hacer el torniquete y elevar la presión unas décimas por encima de la presión arterial del paciente (al superar la presión de las arterias se interrumpe el paso de sangre) (ver figura 7-36).
Figura 7-36: Torniquete con el manguito
del tensiómetro. - Con un paño y un palo: si no se dispone del aparato de medir la presión arterial se puede realizar un torniquete como se indica en la figura. Con ello se evita hacer nudos sobre la piel que podrían ser difíciles de deshacer en caso de tener que soltarlos con urgencia. Se puede utilizar la venda triangular (CAJÓN 14, Botiquines A y B) (ver figura 7-37).
Figura 7-37: Modo de colocar un de torniquete
con un paño y un palo.
Cuando se realiza un torniquete es muy importante:- Anotar la hora en que se coloca.
- Mantener fría la parte inferior del miembro en que se ha puesto el torniquete mediante hielo o bolsas frías, que no tocará directamente la piel, sino que se aislará mediante una venda o un paño (ver Capítulo 6.5, APLICACIÓN DE CALOR Y FRÍO).
- Aflojar el torniquete cada 15 minutos para que circule la sangre por el resto del miembro. Si continúa la hemorragia, volver a comprimir transcurridos 30 segundos.
- CONSEJO MÉDICO POR RADIO.
- Con el manguito del tensiómetro: colocar el manguito alrededor de la zona donde se pretende hacer el torniquete y elevar la presión unas décimas por encima de la presión arterial del paciente (al superar la presión de las arterias se interrumpe el paso de sangre) (ver figura 7-36).
- Presión directa sobre la herida
Figura 7-30: Primera actuación
en un sangrado por la nariz.
en un sangrado por la nariz.
Figura 7-31: Taponamiento nasal.
Aparato circulatorio